Mirador del Río

¿Viajas a Lanzarote? Coge papel y boli y apunta uno de los centros turísticos que no te podrás perder en tu visita a esta maravillosa isla. Se trata del Mirador del Río, desde donde se puede contemplar de manera privilegiada el archipiélago Chinijo, que lo componen las islas de la Graciosa, Alegranza, Roque del Este y del Oeste y Montaña Clara.

¿Qué ver en el Mirador del Río?

El Mirador del Río se encuentra a unos 479 metros de altura y es una de las obras más emblemáticas de César Manrique. El artista lanzaroteño creó un lugar de características propias, con una mimetización perfecta entre naturaleza, belleza y arte, para ofrecer a los turistas un mirador donde contemplar el Río, que es un estrecho de mar que separa Lanzarote y la Graciosa, y el precioso paisaje que rodea a la isla.

Manrique pensó en el bienestar del entorno natural, haciendo que se viera lo menos alterado posible, y de todos los que quisieran disfrutar de este mágico enclave. Por ello, construyó un restaurante integrado en el monte y dos cúpulas, sobre las que echó tierra y ha crecido hierba.

El Mirador cuenta con varios puntos destinados a observar las vistas, con diferentes terrazas y ventanales desde los que deleitarse con los encantos del entorno. Por un lado, se encuentra el ventanal circular del interior, desde donde contemplar de frente el mar. Por otro lado, se halla un pasillo exterior y una terraza superior, a la que se puede acceder a través de una preciosa escalera de caracol.

Tarifas y horarios del Mirador del Río

Este centro turístico cuenta con un horario abierto al público de 10-19 horas todos los días. Se recomienda visitar el Mirador durante la mañana y en un día claro, para que las vistas sean inmejorables. En cuanto a los precios, se distinguen varias tarifas:

Niño (7-12 años): 2,50 euros

Residente canario Adulto: 4,00 euros

Residente canario Niño: 2,00 euros

Residente Lanzarote: 1,00 euro

Comer en el Mirador del Río

El Mirador del Río dispone tanto de bar como de cafetería. En ellos se podrá disfrutar de un tentempié mientras se disfruta de las vistas que nos ofrece el lugar. No pierdas la oportunidad de desconectar en este rincón tan maravilloso.