Las casas blancas de Femés y sus abundantes palmeras son grandes atractivos turísticos, además del paisaje árido y sus increíbles espacios naturales alrededor.
Es un coqueto pueblo de reducidas dimensiones en el que su mayor atractivo patrimonial es la Ermita de San Marcial del Rubicón, que previamente fue una catedral que en el siglo XVI fue destruida por bucaneros británicos. Y es que Femés fue guarida de piratas, según cuenta la leyenda.
La plaza que hay junto al templo y el Mirador de Femés son otros lugares de especial interés turístico.
Además, al encontrarse elevado, Femés ofrece unas vistas panorámicas impresionantes de Playa Blanca.